Fíjense qué lecturas más
contradictorias.Cuando se habla de nacionalizar una empresa, pongamos
Telefónica, que podría aportar pingües beneficios al Estado, los
ultraliberales se echan las manos a la peineta y claman que eso es cosa
de comunistas radicales. De bolcheviques por parte de padre y
madre bolivariana, por lo menos. Pero ¡ay amigo!, cuando lo que se trata
es de nacionalizar un fiasco como el sombrero de un picador,
pongamos unas autopistas de peaje que son un agujero negro inundado de
números rojos, entonces es cosa de buenos gestores. ¡Ole sus apéndices
nasales!
Se comenta que la broma nos va a costar unos 5.500
milloncejos de euros. Aunque fuentes de asociaciones patronales estiman
que su coste puede aumentar hasta los 8.000 millones. Una fruslería que
asegura el rescate de unos cuantos pobres ricos que, gracias a Aznar y
Álvarez Cascos, sabían que no tenían nada que perder con esta aventura
empresarial a la que muchas voces auguraban el fracaso. Redactaron una
clausula asegurando que, de irse a pique el negociete, los primos
habituales, ósea la ciudadanía, pagaríamos los platos rotos. ¡Qué
hermosa gestión de la cosa pública! Las posibles ganancias iban a
bolsillos privados pero las pérdidas se sociabilizaban. Desde el 2004 ya
se han destinado a estas autopistas más de 900 millones de euros en
ayudas públicas.
Esto de la contabilidad creativa, aseguraba
Ana Pastor que no nos iban a costar un euro, tiene sus problemas. Por
ejemplo explicarle a la gente que se están subiendo los impuestos porque
necesitamos recaudar 5.000 millones a causa del déficit y que, por otro
lado, vamos a ser los pagafantas (aunque estos son más de moet chandon)
de los pufos privados de bancos y empresas carroñeras. Así es el
reparto de la deuda:
Las autopistas de peaje son propiedad de
diversos consorcios entre empresas constructoras y bancos. R3 y R5 son
propiedad de Accesos de Madrid que está constituida por Abertis (35%),
Sacyr (25%), Bankia (20%) y ACS (205). La A77 es del consorcio ACS
(50%), Abertis (25%) y Globalvia que es Bankia y FCC (25%). R4 y AP36
son del consorcio Autopista Madrid Sur cuya propiedad se encuentra
repartida entre Cintra (Ferrovial) 50%, Itínere (Sacyr, Citi Group,
Kutxa Bank, Abanca, Liberbank) 40%, Budimex (filial polaca de Ferrovial)
5% y la Kutxa 5%. La R2 es de Abertis, Acciona, Globalvía y Sacyr. Y la
AP41 de Isolux Corsán, Consa, Sando, Azvi y Banco Espirito Santo.
Los
bancos que reclaman deudas, o al menos mantenían un pasivo con estas
empresas hasta hace unos meses, porque se desconoce qué parte pueden
haber vendido de sus deudas a día de hoy, son: Bankia 400 mill.; Banco
de Santander 327 mill.; Banco de Sabadell 310 mill.; Caixabanc 290
mill.; BBVA 275 mill.; Banco Popular 120 mill.; Novobanco 170 mill.;
Unicaja 115 mill; Royal Bank of Scotland 120 mill.; ING 100 mill.; BNP
55 mill.; y Lloyds Bank 55. A estos datos habría que sumar los 270
millones del Instituto de Crédito Oficial. Parte de estos créditos han
sido vendidos a diversos hedge funds o fondos buitre como Taconic Capital, Blue Mountain Capital, Neuberger Berman
y The Children Investment fund. Según fuentes internas de los bancos el
capital en poder de los fondos buitre es de más de 1.000 millones de
euros. Es especial el caso de The Children Investment
porque es el segundo máximo accionista de AENA, posee participaciones en
Red Eléctrica y ha concedido un crédito de refinanciación a Abengoa.
El
presupuesto de la secretaría del estado par I+D+I en 2016 fue de 4.200
millones. Menos de 5.000 millones es lo que le cuesta toda la educación
en Cataluña. No hay dinero para mantener el poder adquisitivo de las
pensiones ni para la dependencia. La sanidad y la educación pública
siguen perdiendo profesionales y recursos. Las personas mueren porque no
se puede acordar una tregua energética...
Me trae a la cabeza
la sentencia de risa que un tribunal le ha impuesto a Christine Lagarde
por haberle reglado 400 millones de euros de dinero público a un
millonario francés cuando la buena mujer era ministra de economía y
finanzas. Negligencia. ¿Es que acaso le dio poco? Una peculiaridad, la
negligencia, que sin duda abre las puertas para dirigir el FMI.
Negligentes abusadores sexuales como Dominique Strauss-Kahn o
negligentes cuatreros que dominan el fraude fiscal y la evasión de
impuestos como Rodrigo Rato.
Solo faltaba Lagarde, esa
encantadora dama que se indignaba porque tenemos la manía de vivir
demasiado. Por eso se empeñaba en recortarnos la vida. Para poder
destinar la pasta de todos a lo que verdaderamente importa: salvar
millonarios.
El próximo presidente del FMI tiene el listón muy alto. No se si Charles Manson está disponible.
Mientras
tanto en Españistán no se actúa con negligencia. ¿Por qué regalar
cuatrocientos millones a un millonario si podemos repartir miles de
millones entre varios? Nuestro gobierno es igual que Robin Hood, pero al
revés. Si alguna cosita como la sanidad o la investigación se van a
hacer puñetas, ¡qué carajo! ¿Para qué queremos los pobres vivir tanto?
No sea usted egoísta y apadrine una autopista.
DdA, XIII/3417
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