jueves, 4 de agosto de 2016

SÍ CON SÁNCHEZ IBA A SER RIVERA VICEPRESIDENTE, ¿QUÉ ESPERA DEL PACTO CON RAJOY?

El presidente de Ciudadanos, Albert Rivera (d), y el secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, en la reunión que mantuvieron el martes. /EFE
Félix Población

Quienes lo conocen de cerca lo saben. Pocos políticos, con una juventud y éxto reconocidos en unos cuantos años, pueden sustraerse a la tentación de la ambición desbocada. El líder de Ciudadanos pertenece a esa clase. Cuando en su día le reprochó a Pablo Iglesias haber repartido cargos y ministerios con el Partido Socialista nada más saberse los resultados de las elecciones del 20 D, tuve la sensación de que esa crítica ocultaba la propia importancia que Rivera da a los sillones, aunque lo que prime en su discurso sea publicitar el porvenir de España. 

Por España, Albert Rivera estuvo dispuesto a pactar con el PSOE a cambio de que Podemos no entrara en el pacto, al que el PSOE obligaba a Podemos. Aquello se hacía en pro de un gobierno reformista y de progreso, según Ciudadanos y PSOE. Lo de ahora, un pacto más que posible con el Partido Popular -en principio sin Rajoy, pero posiblemente con él a la postre-, también se hace por España, según Rivera, aunque entre el Partido Popular y el Partido Socialista subsista sobre todo la diferencia de un pacto hasta ahora imposible entre ambos. 

Da la impresión de que a Ciudadanos le da igual pactar con unos u otros con tal de que se haga por España. Sin embargo, estando en las que estamos -antes con el PSOE, ahora con el PP-, el diario Público nos descubre que el acuerdo de investidura suscrito el pasado mes de febrero entre Pedo Sánchez y Albert Rivera incluía una cláusula desconocida hasta la fecha y sumamente significativa: el líder de Ciudadanos sería el vicepresidente del hipotético gobierno encabezado por Sánchez Pérez-Castejón. 

Fuentes del propio partido naranja han revelado esta información, a fin de justificar su actual postura con el Partido Popular, menos tentadora de la que prometía su pacto con el PSOE. Hasta 60 páginas tenía el texto de ese pacto, en el que se hablaba de que Ciudadanos ocuparía algunas carteras ministeriales, pero no de que Rivera llegara a ser vicepresidente, elusión a todas luces muy digna de tener en cuenta ante el optimismo de Rajoy tras la reunión con don Albert.

Con estos datos se podría interpretar que lo que el líder de Ciudadanos espera de don Mariano no es -como pretendía o dice pretender- que el actual presidente de Gobierno en funciones se vaya, por la corrupción que afecta a su partido, sino que se le ofrezca a él una vicepresidencia o preeminencia destacada en el ejecutivo por venir. Sería por España, según reza la propaganda de su partido. No por cuestión de sillones.

PS.- Aunque la noticia se ha de leer con la precaución debida al periódico, OKDiario publica hoy que Ramón Espinar (Podemos) y Antonio Hernando (PSOE) mantuvieron, junto con otros dos representantes de sus respectivos partidos, una larga reunión en un hotel de la zona de Atocha. Su objetivo sería presentar una alternativa de gobierno si Rajoy y Rivera no se entienden.

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