viernes, 13 de mayo de 2016

LOS CALABOZOS DE LA PUERTA DEL SOL Y LA PERSECUCIÓN POLICIAL CONTRA PABLO IGLESIAS




Félix Población

Como ocurriera en los tiempos del Santo Oficio o en los mucho más cercanos del Tribunal Especial para la Represión de la Masonería y el Comunismo y el Tribunal de Orden Público -esas especies de Inquisición renovada que caracterizó el espíritu represor de la dictadura durante decenios-, leo que la Policía busca material contra Pablo Iglesias en grabaciones de 2001, por si las falacias una y otra vez reiteradas por el periodismo pantuflo consiguen finalmente dar con algún episodio censurable en la biografía del líder de Podemos. 

Después del bochornoso y falso informe de la UDEF, leo que el objetivo ahora de la “la unidad de inteligencia no oficializada” de la Policía se centra en el pasado más remoto del secretario general del partido morado: sus relaciones con grupos anarquistas y antiglobalización en 2001, cuando era estudiante y tenía 22 años. Se desconoce si el rastreo en la pureza de sangre de Iglesias podría remontarse a tiempos aún más mozos, dado que el investigado por el celo inquisidor nació en 1978 y tuvo por padres a dos luchadores antifranquistas, de esos a los que el régimen internó en los calabozos de la Dirección General de Seguridad, el edificio de la Puerta del Sol que hoy es sede del gobierno de Madrid. 

Es de hacer constar que ayer, tanto el Partido Popular como Ciudadanos han votado en contra de la proposición no de ley presentada por Podemos y consensuada con el Partido Socialista de Madrid para honrar con una placa a los ciudadanos que en defensa de la libertad y contra la dictadura franquista fueron encarcelados y torturados en esas dependencias. La placa tenía por objeto homenajear la "memoria de las personas que sufrieron violencia, vejación, persecución o privación de libertad por ejercer sus derechos fundamentales, por defender las libertades políticas y sindicales, así como por razón de orientación o identidad sexual y defensa de la democracia".

Es propio de la democracias reconocer a quienes lucharon por su consecución contra los regímenes dictatoriales que, como el franquista, impusieron su dominio a base de una guerra crudelísima, una prolongada represión de ejecuciones y cárceles y un no menos dilatado y masivo exilio. Rastrear en el pasado de quienes han obtenido el respaldo y la confianza de millones de ciudadanos en unas elecciones democráticas, con objeto de cuestionar su biografía para dañar su credibilidad, corresponde a un Gobierno que, como el actualmente en funciones y el de la comunidad de Madrid (PP-Ciudadanos), deniegan a los luchadores por la democracia el honor que merecen en la memoria histórica de este país. 

Puntos de Página

Léase: Juez Alba: ¿Y ahora qué le digo a los alumnos?, por Santiago Pérez, ELDIARIO.ES

                                        DdA, XIII/3266                                     

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