viernes, 29 de enero de 2016

SI NO SE SE EXTINGUE EL PSOE DE GONZÁLEZ, EL PSOE SE PARTE



Félix Población

El tiempo vuela y la memoria se hace olvidadiza, pero muchos recordamos que cuando Corcuera fue nombrado ministro del Interior en 1988 hubo quienes resaltaron el acceso a ese cargo de un obrero, pues el mentado tenía como oficio el de electricista. Luego vinieron la ley de la patada en la puerta y los GAL, hasta que Corcuera dejó esa cartera en 1993, con la guerra sucia contra ETA como uno de los capítulos más lamentables de la gobernación de don Felipe. 

Ahora don José Luis, en compañía de algunos más de la vieja guardia, almuerza en un céntrico hotel madrileño para tratar de asesinar políticamente en el comité federal a Pedro Sánchez, creyéndose quizá imprescindibles en la pugna que se dirime en el Partido Socialista, a favor y en contra del actual secretario general. El enredo tiene su enjundia, sobre todo porque don Felipe, en una extensa entrevista concedida ayer al diario El País -cual si González siguiera en La Moncloa-, se desdijo de lo declarado un día antes al ABC en torno a un gobierno PP/Ciudadanos -con la abstención del PSOE- y no dejó en claro lo que quiere, aunque sí lo que no quiere: que su partido se alíe con Podemos.

Para González, el partido de Pablo Iglesias Turrión es lo mismo que para Aznar, pues ambos coinciden en calificarlo de bolivariano y comunista, si bien don Felipe añade lo de leninista 3.0 y don José María lo de chavista, separatista y vendido al oro negro iraní, conceptos todos ellos propios del viejo régimen dictatorial. Parece mentira que dos líderes políticos y expresidentes del gobierno, tan enfrentados un tiempo en la lucha por el poder, coincidan ahora en sus apreciaciones sobre el partido que ha venido a incentivar la vida política española y a promover una nuevas expectativas de cambio, tal como en su primera etapa las promovió el señor González. 

Uno y otro faltan al respeto y denigran con sus opiniones a esos cinco millones y pico de españoles que han optado en las últimas elecciones por votar a Podemos. No es extraño en el caso de Aznar, cuya trayectoria política quedó tan enlodada tras su conspiranoia en torno a los atentados del 11-M, pero sí sorprende y avergüenza en la de González y en la de quienes piensan como él en ese almuerzo celebrado ayer en un céntrico hotel madrileño. 

El felipismo en extinción falta al respeto y denigra a lo mejor de la historia del PSOE y a una mayoría de su militancia, que se identifica con el mensaje de apoyo dirigido a Pedro Sánchez, hecho público ayer por más de 300 de sus dirigentes y afiliados: Cualquier tentativa de gran coalición con la derecha significaría dar continuidad a las políticas de recortes y negación de derechos perpetradas por el gobierno del PP, truncando la aspiración expresada en las urnas de forma mayoritaria. Por ello, saludamos y apoyamos tu firmeza al decir que ningún pacto con la derecha, y apoyamos tu propuesta de liderar una mayoría de izquierdas".

+@Por qué abandoné el PSOE, María Dolores Amorós, Nueva Tribuna.

+@Felipe González acusa a Podemos de apoyar al socialismo y a los obreros. 

 
 

DdA, XII/3198

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