viernes, 18 de diciembre de 2015

EL IMPUTADO, EL AGRESOR, LAS PRIMAS Y EL SILENCIO DE LOS MEDIOS

Entre 46 millones de habitantes, el agresor de Rajoy ha sido alguien con lazos de parentesco con la familia del propio presidente y pertenece a una familia conocida por su afinidad con el PP y que cuenta entre sus miembros con un imputado por corrupción.

Paco Bello

De momento no podemos hacer nada, esto funciona así. Los propietarios de los grandes medios cuidan de sus inversiones, y los periodistas estrella vendieron su alma al diablo hace tanto tiempo que a estas alturas ya son peores que sus amos. Ninguna novedad.
Es por esto que así como sí se habían buscado todo tipo de filiaciones en alguien que, recordemos, es menor, y se apuntaban responsabilidades hacia personas e ideologías para rentabilizar electoralmente que un chaval le diera un puñetazo a Mariano Rajoy, se está ocultando en los informativos de las dos grandes cadenas de televisión algo que sí tiene relevancia informativa, como lo es el hecho de la existencia de lazos de parentesco entre el agresor y el agredido. Y no solo eso.
La madre de Andrés V.F., María Fernández, es prima de Elvira Fernández, esposa de Mariano Rajoy y, según informa La Voz de Galicia “ambas coincidieron estudiando en Santiago, por lo que el impacto emocional de la agresión ha sido mayor”. A su vez indica el Faro de Vigo que “se trata de una familia acomodada y muy conocida del centro de Pontevedra. Incluso conocen bien al presidente del Gobierno y a su familia, dado que residen en un mismo entorno y tienen lazos familiares (…)”.
Por su parte, el Partido Popular ha explicado que la familia del menor tiene un parentesco “no directo” con la de su esposa, Elvira Fernández, aunque “nunca tuvieron relación”. Esto último no parece cierto atendiendo a lo expresado por los medios locales. Desde luego no sería noticia que desde el PP se mienta. Lo que sería noticia es que no lo hicieran.
Por si fuera poco todo este guirigai en el que se mezclan desmentidos y silencios atronadores, resulta que, según asegura El Español, el joven que agredió a Rajoy “es hijo de Manuel de Vicente Burgo, que ejerce como administrador de la Cámara de Comercio de Pontevedra desde 1991.”, y que “declaró en junio como imputado por fraude de subvenciones y falsedad documental”.
Tampoco parece casual, más allá de los descarados silencios televisivos, que la medida cautelar adoptada por el juez de guardia respecto al agresor, sobre el que no puede apreciarse riesgo de fuga u otros condicionantes que recomienden tal rigor, sea la de internamiento inmediato en régimen cerrado durante un periodo de seis meses, máxime cuando deberá ser el juzgado de Menores, que es el que tiene competencias en este caso, el que decida el tipo de medidas a aplicar (algo que presumiblemente no ocurrirá antes del 20D).
Se diga lo que se diga en este país que merece bautizar una nueva corriente artístico-religiosa a medio camino entre el surrealismo y el esoterismo de Aleister Crowley… si era noticia que un menor fuera de izquierdas o un hooligan, y los medios han explotado esa veta hasta agotarla, no parece poco razonable pensar que más motivo existe para considerar noticiable el que entre 46 millones de habitantes, el que ha golpeado al presidente del Gobierno haya sido alguien con lazos de parentesco con la familia del propio presidente, y que por si fuera poco, pertenece a una familia conocida por su afinidad con el PP y que cuenta entre sus miembros con un imputado por corrupción.
Pero que cada cual decida. Especialmente el domingo, que es cuando de verdad se puede empezar a hacer algo.

Iniaciativa Debate  DdA, XII/3160

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