Los pronósticos de las encuestas y la reducción de la compensación
económica por votos y escaños conducen a los especialistas de dos
grandes entidades bancarias a recomendar a los dos grandes partidos
tradicionales, PP y PSOE, que reduzcan sus gastos de campaña electoral
al menos un tercio de lo que invirtieron en 2011. “La cuantía máxima de
cada uno de los grandes partidos no debería superar los 9,5 millones de
euros con las previsiones de retorno más favorables”, explican a cuartopoder.es fuentes de la banca. Esto significa entre 4 y 5 millones de euros menos de lo que cada partido del turnismo
gastó en las elecciones de noviembre de 2011. “Con menos del 30% de los
votos, el riesgo de endeudamiento es elevadísimo”, alertan, conscientes
de que la ley prohíbe detraer más del 25% de la financiación pública
ordinaria para saldar las deudas electorales y de que la última reforma
sobre financiación de partidos impide tipos de interés inferiores a los
del mercado.
El ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro,
ya ha puesto precio al voto y al escaño para el 20D. El voto al
Congreso se paga a 0,81 y al Senado a 0,32 euros, siempre y cuando las
candidaturas hayan obtenido al menos un representante en la
circunscripción provincial por la que se presentan. Si no logran la
elección, no cobran nada. La compensación o subvención de dinero público
por cada escaño obtenido en el Congreso o en el Senado se ha fijado en
21.167,64 euros. La principal novedad de estas cantidades, publicadas en
el BOE el 31 de octubre,
es que por primera vez desde que hay elecciones, el Gobierno no aplica
la subida del coste de la vida, que desde diciembre de 2011 ha superado
el 4%. Por el contrario, reduce un céntimo la compensación por cada voto
y 465,69 euros por cada diputado o senador, respecto a las elecciones
generales de hace cuatro años, cuando la compensación por escaño fue de
21.633,33 euros.
Estas tarifas permiten muchas comparaciones. Por ejemplo, el voto al
Congreso se paga menos que a la Asamblea de Madrid, que cotizó a 1,04
euros en las autonómicas de mayo pasado, y el voto al Senado, 32
céntimos, es inferior al de la Asamblea regional de Murcia, que se pagó a
60 céntimos. Pero, sobre todo, sirve a los partidos para hacer sus
cálculos y a la banca para evaluar el riesgo en la concesión de
créditos, de acuerdo con las previsiones de resultados que van
ofreciendo las encuestas a medida que se acerca el comienzo de la
campaña. Así, el cálculo que manejan los técnicos mencionados, y que
coinciden con los de algunas entidades financieras de menor tamaño que
BBV y Santander, y con algunas cooperativas de crédito consultadas,
recomiendan a los dos grandes partidos no gastar por encima de una
previsión de ocho millones de votos y 230 escaños entre el Congreso y el
Senado, lo que, groso modo, equivaldría a una campaña electoral de 9,5
millones de euros para el conjunto del Estado. La banca aplicará
condiciones de mercado a los créditos, que serán a corto plazo (un año).
Se acabaron las ventajas crediticias y, por supuesto, las quitas de
deuda que beneficiaron al PSOE en el pasado.
En los comicios de 2011, en plena crisis financiera y económica, el PP tiró la casa por la ventana para llevar a Mariano Rajoy a La Moncloa. Según el informe del Tribunal de Cuentas, dispuso
de más de 20 millones de euros y, descontando los créditos bancarios
para el envío de papeletas a los domicilios de los electores, que
después paga el Ministerio del Interior con los intereses
correspondientes, gastó unos 16 millones de euros en su campaña. Esta
cifra incluye sus coaliciones en Navarra, Aragón y Extremadura. El PSOE
de Alfredo Pérez Rubalcaba destinó 12,7 millones
a su campaña, a los que hay que sumar 1,8 del PSC, cifra ligeramente
inferior a los 2 millones de euros de CiU.
Los socialistas, con 7 millones de votos y 164 escaños (110 en el
Congreso y 54 en el Senado) vieron como su deuda bancaria aumentaba
hasta alcanzar los 30 millones que arrastran en la actualidad. En
cambio, el PP, con cerca de 11 millones de votos y 322 escaños (186
diputados y 136 senadores), logró equilibrar sus cuentas, si bien, con
unos donativos declarados de uno a dos millones al año, el principal
partido de la derecha nunca contrajo deudas significativas. La Izquierda
Plural (IU, ICV y la CHA) de Cayo Lara, con 1,7 millones de
votos, 11 diputados y un senador, salió airosa del lance económico de
las generales de hace cuatro años, en las que gastó 1,36 millones. Ante
el 20D, con el fin de las mayorías absolutas y la fuerte irrupción de
Ciudadanos y Podemos que pronostican las encuestas, nada será igual.
Cuarto Poder DdA, XII/3124
No hay comentarios:
Publicar un comentario