martes, 11 de agosto de 2015

RATO, FERNÁNDEZ DÍAZ, LOS PIRÓMANOS Y LAS BEATIFICACIONES

Foto de Joaquin Manuel Alvarez Gonzalez.
Félix Población 

Como se trata de un ministro impresentable, propio de épocas pasadas por cuanto ha suscrito la conocida como Ley Mordaza que nos retrotrae al más oscuro pasado de represión franquista -según han hecho constar prestigiosas publicaciones de alcance internacional-, que Fernández Díaz recibiera a Rato no debería haber extrañado tanto a los medios de comunicación, ni escandalizado a los adversarios políticos del Partido Popular, ni movido a enojo a la más importante asociación de la Guardia Civil, que ha reclamado explicaciones por parte del titular de Interior o de la Gobernación, como se decía en tiempos del extinto caudillo. 

Que un ministro a la vieja usanza reciba en su despacho oficial a un imputado por muy graves delitos de fraude, alzamiento de bienes y blanqueo de capitales no nos debería indignar a tal punto, porque según se desprende de la nota oficial dada a conocer por el departamento en cuestión no charlaron ambos acerca de esas imputaciones, ni siquiera de aquella mano en el cogote que le puieron a don Rodrigo ante las cámaras de televisión,  sino que la hora escasa de conversación estuvo centrada en la amistad que don Jorge mantiene con Rato, y ese vínculo, al parecer, justifica que un alto representante del Gobierno se cite con un presunto delincuente en la sede oficial del ministerio.

De lo que hablaron poco se sabe porque el tal Fernández está desaparecido y Rato veranea en su chaletón de Cabueñes (Gijón), por donde recientemente pasé en bicicleta con intenciones confesas de avieso paparazzi. Sí ha dicho éste a El País que charlaron "sobre todo lo que le está pasando", ahí es nada. Al parecer, don Jorge no está dispuesto a retornar a la vida pública (ni a la voz pública) -por mucho que arda la Sierra de Gata- hasta el próximo 5 de septiembre, fecha en la que tiene pendiente una ceremonia propia de su ministerio: la beatificación de tres hermanas mártires de las Religiosas de San José de Gerona. 

Según el Ministerio de Interior, muy puesto en ese tipo de eventos desde que Fernández lo dirige, "se trata de un acto de especial significación para la provincia de Girona, puesto que son las primeras beatificaciones que se harán en el territorio". Que se calcine Gata o sigan sueltos por nuestra geográfica terroristas pirómanos que verano tras verano prenden fuego a nuestro patrimonio forestal para luego acogerlo a la nueva Ley de Montes que permite construir en zonas siniestradas es lo de menos. Mejor hacer rogativas o  presidir beatificaciones.

PS.- Después de que los asesores del propio presidente del Gobierno instaran al ministro del Interior a comparecer en el Congreso el próximo viernes, causa mucho bochorno que don Mariano Rajoy no tenga opinión o la eluda acerca de la entrevista en la comparecencia que ha hecho hoy ante los medios de información. Por cuatro veces lo hizo y por cuatro veces quedó como lo que es ante la opinión pública: un gallina.

DdA, XII/3050

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