martes, 23 de junio de 2015

EL BACH COLLEGIUM DE SALAMANCA ILUMINA LAS CANTATAS


Félix Población

Desde hace un par de cursos, Salamanca es escenario de una experiencia musical digna de la máxima atención por parte de los melómanos de la ciudad. Con una periodicidad trimestral, el Coro de Cámara de la Universidad y el Bach Collegium ofrecen al público las cantatas de Juan Sebastian Bach comentadas, tanto en su vertiente musical como en su vertiente textual. 

El último Bach Studium, sexto de los hasta ahora presentados a un público numeroso y entusiasta, tuvo por asunto la cantata penitencial in omni tempore (Nach dir, Herr, verlange mich, BWV 150), compuesta por su genial autor a los 22 años. Coro y músicos abren el concierto con una primera interpretación, abierta a la emoción del respetable, que luego se llenó de contenido conceptual en las explicaciones de la profesora de la Universidad Pontificia Carmen Yebra y el director del Coro de la Universidad de Salamanca Bernardo García-Bernal, comentando la primera los fundamentos del texto y analizando el segundo la concepción musical de la obra. En ambos casos, los músicos y el coro aportaron fragmentos concretos de la cantata a modo de ilustración de las explicaciones. 

Finalmente, como colofón al concierto, se ofreció por segunda vez la interpretación de la obra, que alcanza en la percepción del público una más intensa y a la vez más explícita dimensión emocional y racional, imprescindible para que el gusto por la música clásica cale en el ánimo de los oyentes que quieran acercarse a esa materia, tratada con tanta desconsideración por los vigentes planes de enseñanza.

Bajo la dirección de Alfonso Sebastián, que toca también el clave, iniciativas de este carácter deberían estar esparcidas por todo el país con el apoyo que merecen en otras naciones centroeuropeas. Que en Salamanca al Bach Collegium sólo lo mueva el amor a Bach es muy de agradecer, porque es en verdad fruto de un espontáneo y desinteresado compromiso con la música. Pero mejor sería que ese compromiso -allá donde se cultivara- fuera aprovechado para servir de base a la educación musical de los ciudadanos de manera más habitual y sistemática. Mientras la música no prenda en la sensibilidad de este país, seguiremos en deuda con una de las raíces fundamentales de la cultura humanística y, por lo tanto, de la formación humana.

DdA, XII/3007

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