domingo, 14 de diciembre de 2014

EL PURGATORIO ES EL INVENTO QUE MÁS DINERO NEGRO HA GENERADO EN LA HISTORIA

Lazarillo

Si hay algo que aún diferencia claramente al diario El País del resto de periódicos nacionales en papel que se publican en Madrid, es el tratamiento de los asuntos de la católica iglesia, que tanta influencia a su favor tiene en los restantes. Si a eso le unimos en el tratamiento de las reflexiones al respecto las que puede firmar Manuel Vicent, tenemos como resultante la magnífica columna que hoy suscribe en la última página del citado diario el escritor valenciano. No hay ninguna duda en afirmar, con él, que el purgatorio ha sido el invento que más dinero negro ha generado en la historia de Occidente, sin inversión alguna. Ya saben que esta semana, a la sazón, el ministro de Economía de El Vaticano informó de la aparición de cientos de millones de euros en varios departamentos de la Santa Sede que no figuran en las hojas de balance, aunque Vicent no se sirva explícitamente de esa percha noticiosa para escribir su excelente artículo:

"El origen de toda la riqueza y corrupción que ostenta la Iglesia se debe paradójicamente al pecado venial. Su creación hizo necesaria la existencia del purgatorio, que ha resultado ser un negocio mucho más sólido que todas las empresas juntas del Ibex 35 o del Dow Jones. El pecado venial es solo un juego malabar elaborado por un genio de la economía. Los que mueren en gracia de Dios sin estar perfectamente purificados no pueden entrar en el Reino de los Cielos, pero tampoco una falta leve merece una condena al fuego eterno. Cielo e infierno son un final de trayecto irreversible. Había que crear en mitad del camino un depósito de ánimas benditas en tránsito, una especie de isla de Ellis cuya salida hacia la Ciudad de Dios, el Manhattan Celestial, se realizara mediante un impuesto de peaje satisfecho con misas, novenas e indulgencias pagadas con dinero al contado o a través de herencias y donaciones de bienes muebles e inmuebles a la Iglesia. El alma en pena es normalmente la de un familiar muy querido que obliga al creyente a acudir al rescate para sacarlo de ese cocedero. Desde el inicio de la cristiandad hubo reyes pecadores y condes facinerosos que levantaron templos, crearon monasterios y abadías, ofrecieron regalías a los clérigos para hacerse perdonar sus fechorías y asegurarse las plegarias por su alma después de la muerte; hubo confesores especialistas en torcer la última voluntad de agonizantes hacendados y en macerar viudas ricas hasta extraerles el testamento del cortijo. Esta rapiña no hubiera sido posible sin la existencia del purgatorio, el invento que más dinero negro ha generado en la historia de Occidente, sin inversión alguna. Se trata de un encaje de bolillos. Al pecado venial y al castigo de un fuego al baño María regulado mediante óbolos debe la Iglesia toda su corrupción y riqueza descomunal".

DdA, XI/2870

1 comentario:

Anónimo dijo...

Bueno, tampoco es que se pasa el país con su anticlericalismo, en un país como este donde la iglesia siegue dominando tanta parcela de la vida social y política.

Publicar un comentario