lunes, 15 de julio de 2013

¿QUÉ HAY DE LA COMISIÓN DE ESTADO PARA INVESTIGAR LA MUERTE DE CHÁVEZ?

Félix Población

Transcurridos tres meses desde la victoria por un punto y medio de Nicolás Maduro en la elecciones generales celebradas en Venezuela el pasado 14 de abril, y que sorprendieron al mundo por lo lo ajustado del resultado, echo de menos que el actual presidente de aquella républica no se haya vuelto a referir a las posibles causas de la muerte de su querido y admirado líder, Hugo Chávez, fallecido en los primeros días del mes de marzo. 

Como es sabido fue el propio Maduro quien anunció, como primera medida en cuanto fuera máximo mandatario del país, la creación de una comisión de Estado, formada por científicos nacionales e internacionales, para determinar el origen de la enfermedad que padeció Chávez y fue causa de su muerte. En una entrevista publicada en TeleSur aseguró Nicolás Maduro que se anunciaría en su momento la conformación de esa comisión, dado que -según sus propias palabras- el cáncer que acabó con la vida de Hugo Chávez pudo ser inoculado, pues rompía todas las regularidades de esa enfermedad. 

A raíz de esas declaraciones e incluso antes, cuando el propio líder de la revolución bolivariana aventuró esa posibilidad,  la comunidad científica se dividió entre quienes la descarataban totalmente y quienes no la consideraban en ningún modo descabellada. Si se echa un vistazo por Internet, se comprobará que las informaciones favorables al primer criterio predominan de modo masivo sobre las que se dieron en torno al segundo. Entre éstas cabe destacar, sobre todo, las del doctor Carlos Cardona, médico especialista en oncología molecular e invenstigador muy reputado en universidades tan prestigiosas como Cambridge y Birmingham, o en el Centro de Investigación del Cáncer Fred Hutchinson de Seattle.  

 "Al contrario de lo que piensa mucha gente, técnicamente es posible", afirmó Cardona en unas declaraciones al diario ABC a mediados del mes de marzo. "La respuesta hay que buscarla en un oncólogo molecular, que es el que está en el laboratorio experimentando con ratones y el que lleva inoculando cánceres desde hace 200 años. Yo lo he hecho miles de veces y sé que es posible», dijo. Hay una gran variedad de maneras de eliminar a alguien y una puede ser el cáncer. Tan solo hace falta una inyección puesta en cualquier parte del cuerpo, declaraba Cardona, que enumeraba asimismo las posibles vías: «Inyectar líneas celulares de un tumor que conoces previamente, incluso de pacientes que murieron hace 50 años; a través de un oncovirus, es decir, un virus que tú has preparado y que lleva los genes de tumores supresores que se introducen en las células y producen el cáncer, o inyectando directamente carcinógenos químicos». «Si Chávez, por ejemplo, hubiera ido dentista –afirmaba–, éste podría haberle puesto una anestesia y después inocularle un oncovirus o un carcinógeno. El paciente no se va a enterar y al cabo de varios meses puede desarrollar el cáncer. Hay carcinógenos químicos que son específicos de un órgano y otros generalizados que provocan cáncer de manera discriminada. Los hay, por ejemplo, que pueden provocan el cáncer en la zona pélvica, que es donde se le ha aparecido a Chávez. La mayoría de estas cosas dejan huella y, si eres investigador, puedes encontrarla pidiendo una muestra del tumor. Puedes ver si ha sido un oncovirus, si hay alguna línea celular, también puedes hacer estudios genéticos para ver si el cáncer se ha desarrollado de manera natural o atípica… Es complicado, pero se puede averiguar».

¿Será posible averiguarlo en el caso del líder de la revolución bolivariana? El presidente Nicolás Madura está en deuda con esa promesa formulada antes de acceder al cargo que ocupa desde hace tres meses. Su primera medida iba a ser la formación de una comisión de Estado que dilucidara las causas de la muerte de su admirado predecesor. Me parece imprescindible saber algo a estas alturas de esa comisión, por discreta que pueda ser la información que se facilite en torno a la misma. Lo requiere el propio valor que se le debe exigir a la palabra del actual mandatario y la fidelidad y cariño contrastados que la mayoría del pueblo venezolano le profesó a su líder a lo largo de catorce años.

DdA, X/2.435

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